¿Dónde estarás ?

Era un banco frío. En la calle Velázquez. Casi siempre rodeado de hojas secas que en un tiempo fueron sólidas y adornadas con el verde esperanza.Las hojas son bellas unidas,en grupo.

Su banco,de madera como una de sus pasiones. Su gorra,su abrigo y su bastón,al que daba vueltas y vueltas mientras canturreaba una de sus coplas.Las solía medio silbar,medio susurrar. A veces eran temas flamencos que yo desconocía. Clásicos populares.Otras eran simplemente las ultimas palabras que alguien había mencionado minutos antes.No importaba el sentido.

Es un artista de la vida.

Podía estar horas en su trono de madera, en frente daba igual una peluquería que una mercería.
Pasaba gente y creo que él se imaginaba como eran,como vivían,de donde venían.

Siempre con camisa.

Cuando se levantaba era para acercarse a la panadería y comprarnos donuts o bayonesas,nunca he sabido pronunciar correctamente este bollo de cabello de ángel.Se abría la puerta y aparecía él con cuatro o cinco crujientes bollos,envueltos en papel.

Era un hombre sereno,de movimientos lentos. Nosotros vivimos su ultima fase. AL principio estaba intranquilo,demasiado estricto,alterado. Pero se fue templando con el tiempo.


En una mano un libro,las gafas caidas. En la otra, una baraja de cartas.



Nos contaba batallas, si, pero batallas de verdad. La guerra civil, amotinamientos,sucesos.Estrategias de la segunda guerra mundial,Normandía,generales,brigadas.Discursos políticos,entresijos,miserias,camaradas y submarinos.

Gran orador y defensor de sus ideas,hasta las ultimas consecuencias. Nos hacía espadas de madera para que jugáramos a las cruzadas,para que nos sintieramos guerreros sin antifaz.

No teníamos muchas opciones de sentirnos protegidos por una figura paternal en mi casa.Sin referente masculino. Madre se encargó de que eso nunca fuese un problema y nunca lo fue.Pero había un solo pater protector,nuestra imagen a seguir. Eras tú.



Nos dejaste verdaderas lecciones de vida. Te agarrabas a ella con saña.Respirabas intensamente cada segundo.

Los ojos de mi madre se iluminan cuando se habla de él, mi tio era su mayor fan. Su alma le pertenece y continúa,de alguna manera, su estilo. El estigma se reproduce rápidamente.

Nosotros nos quedamos sin bollos, pero nos enseñó muchas cosas. ALgunas afloran hoy,otras lo harán mañana.


A veces creo que siento la voz de Juanita. ALgun dia he soñado con la tata,incluso la abuela me mandó algun mensaje sin descifrar. Quizas todo esté en mi cabeza,pero...tú. Me pregunto si estarás bailando en algún tablao,o estarás tomando chatos de vino,con Fernando,como me decía la tía Reme.


Ayer estuve en tu banco de la calle Velázquez, y no estabas. Sigue frío, tiene hojas secas que lo arropan,pero falta tu figura.

Felicidades abuelo.


¿Donde estarás ?